Según medios locales, el Departamento de Policía Metropolitana de Tokio investiga el atentado y no ha ofrecido detalles sobre las razones de la agresión o el estado de salud de las víctimas. Ya se han presentado cargos contra la mujer por intento de asesinato.

Las autoridades de la línea de trenes, operada por la Compañía de Ferrocarriles del Este de Japón, informaron que las operaciones fueron interrumpidas de manera temporal para permitir que las agencias policiales trabajen en la escena.

Testigos del ataque reseñaron que las víctimas recibieron primeros auxilios en el andén y valoraron que de manera general la situación “era muy atemorizante».

Aunque hechos de este tipo se consideran poco frecuentes en Japón, durante años recientes han tenido lugar más incidentes así, por ejemplo, a bordo del metro, lo cual ha generado alarma acerca de la seguridad y el control de armas, en especial de tipo casero.

Para atenuar la incidencia de estos hechos, empresas operadoras de trenes han optado por instalar cámaras de vigilancia, entrenar a su personal para hacer frente a casos de este tipo y aplicar otras medidas.